¡A DESORDENAR!

Por una historia abierta de la lucha social

Raquel Gutiérrez Aguilar

Editorial: Tinta Limón

Colección: STL

1ª Edición septiempre 2016

Contratapa: ¡A desordenar! conjuga una escritura autobiográfica con un análisis minucioso de los eventos históricos vividos en tumultuosos procesos colectivos. En 1995 Raquel Gutiérrez Aguilar estaba confinada en una cárcel de la ciudad de La Paz, Bolivia. Su situación era índice de una derrota mayor: el triunfo de las políticas neoliberales en América Latina dejaron un paisaje desolador de fragmentación de las clases populares y el conjunto de las fuerzas de izquierda. El impulso político-personal de este singular texto que hace un balance crítico de las prácticas y concepciones de las organizaciones revolucionarias de las que la autora fue parte, plantea la premisa intuitiva de que una construcción transformadora tiene la necesidad de desordenar antes que de sustituir un orden por otro. Es el movimiento mismo de desordenar el que reanima las capacidades del hacer autodeterminado, llevando la imaginación a nuevos horizontes y nutriendo modos de apropiación de la decisión política.

 

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Raquel Gutiérrez Aguilar

Editorial: Tinta Limón

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1ª Edición septiempre 2016

Contratapa: ¡A desordenar! conjuga una escritura autobiográfica con un análisis minucioso de los eventos históricos vividos en tumultuosos procesos colectivos. En 1995 Raquel Gutiérrez Aguilar estaba confinada en una cárcel de la ciudad de La Paz, Bolivia. Su situación era índice de una derrota mayor: el triunfo de las políticas neoliberales en América Latina dejaron un paisaje desolador de fragmentación de las clases populares y el conjunto de las fuerzas de izquierda. El impulso político-personal de este singular texto que hace un balance crítico de las prácticas y concepciones de las organizaciones revolucionarias de las que la autora fue parte, plantea la premisa intuitiva de que una construcción transformadora tiene la necesidad de desordenar antes que de sustituir un orden por otro. Es el movimiento mismo de desordenar el que reanima las capacidades del hacer autodeterminado, llevando la imaginación a nuevos horizontes y nutriendo modos de apropiación de la decisión política.