Escrita al margen de su obra principal, antes, durante y después, está su escritura periodística. Gallardo fue corresponsal, crítica y entrevistadora desde fines de la década del cincuenta, en el marco del boom del “nuevo periodismo” ejercido por plumas como las de Tomás Eloy Martínez o el recientemente redescubierto Enrique Raab. Colaboró en lugares tan disímiles como las modernas revistas femeninas Claudia o Karina, Tarea Universitaria, Primera plana y el diario La Nación. Pero su trabajo de mayor continuidad, donde desplegó una libertad inusual, fueron las columnas para el semanario político Confirmado. Desde 1967 hasta 1972 escribió una página donde se despachaba sobre los temas más diversos de lo contemporáneo y lo extemporáneo. La inesperada variación de tópicos era de una columna a la siguiente, pero también al interior del mismo texto, tal como lo demuestran los simpáticos y caprichosos nombres de sus artículos: “Los árboles de Coronel Díaz y el año 2000”, “Audrey Hepburn, Mahoma y el señor Diligenti” o “Woodstock, el terrorismo y una enciclopedia nada flemática”.

Toda esta dimensión de su obra permanecía inédita en formato libro hasta hoy, que con la edición de Macaneos. Las columnas de Confirmado, se empieza a saldar la deuda. Un libro de hermosa factura y tapas de un rosado intenso, al cuidado de la investigadora del Conicet y del Instituto interdisciplinario de estudios de género Lucía De Leone, quien viene trabajando en la obra de Gallardo desde hace rato. Macaneos le debe su existencia al trabajo de De Leone y también a Paula Pico Estrada –hija de Sara Gallardo y el periodista Luis Pico Estrada– apenas una niña al momento en que su madre escribía estas páginas, una mujer hoy, responsable del libro como editora en el sello Winograd.

MACANEOS LAS COLUMNAS DE CONFIRMADO (1967 - 1972) SARA GALLARDO

MACANEOS LAS COLUMNAS DE CONFIRMADO (1967 - 1972) SARA GALLARDO
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Escrita al margen de su obra principal, antes, durante y después, está su escritura periodística. Gallardo fue corresponsal, crítica y entrevistadora desde fines de la década del cincuenta, en el marco del boom del “nuevo periodismo” ejercido por plumas como las de Tomás Eloy Martínez o el recientemente redescubierto Enrique Raab. Colaboró en lugares tan disímiles como las modernas revistas femeninas Claudia o Karina, Tarea Universitaria, Primera plana y el diario La Nación. Pero su trabajo de mayor continuidad, donde desplegó una libertad inusual, fueron las columnas para el semanario político Confirmado. Desde 1967 hasta 1972 escribió una página donde se despachaba sobre los temas más diversos de lo contemporáneo y lo extemporáneo. La inesperada variación de tópicos era de una columna a la siguiente, pero también al interior del mismo texto, tal como lo demuestran los simpáticos y caprichosos nombres de sus artículos: “Los árboles de Coronel Díaz y el año 2000”, “Audrey Hepburn, Mahoma y el señor Diligenti” o “Woodstock, el terrorismo y una enciclopedia nada flemática”.

Toda esta dimensión de su obra permanecía inédita en formato libro hasta hoy, que con la edición de Macaneos. Las columnas de Confirmado, se empieza a saldar la deuda. Un libro de hermosa factura y tapas de un rosado intenso, al cuidado de la investigadora del Conicet y del Instituto interdisciplinario de estudios de género Lucía De Leone, quien viene trabajando en la obra de Gallardo desde hace rato. Macaneos le debe su existencia al trabajo de De Leone y también a Paula Pico Estrada –hija de Sara Gallardo y el periodista Luis Pico Estrada– apenas una niña al momento en que su madre escribía estas páginas, una mujer hoy, responsable del libro como editora en el sello Winograd.