QUE BIEN FINCIONA EL MUNDO SIN UNO de Manuel Charlon
Fernando Medina (Prólogo):
Las marcas que la vida nos va dejando nos describen. Y si en un acto de coraje e introspección logramos transcribirlas en palabras, invertimos el acto y logramos nosotros hacer marcas en la vida. Esto sucede con los textos de Manuel, en donde el pasado, lo cotidiano, las derrotas, las relaciones con los otros son recorridos y guiados por una sinceridad tajante que puede bordear tanto la crueldad como la ternura. Las pocas ganas de ir a laburar, por ejemplo, desencadenan una rebelión al sistema y una instancia reflexiva en la que se descubren dificultades ahí donde solo se supondría la paz. No hay, ni en pleno escape, escapatoria de uno mismo. En la aparente derrota y en el humor que trae los ecos del vencido, está enmascarada la luz que trae el acto de escritura, la iluminación que conlleva la propia mirada, como quien crea una escultura con el barro de un arrabal perdido. El narrador se toma la libertad de correrse del camino principal e irse caminando en chancletas por un camino alternativo, de repente, porque así lo dicta su libertad. Se detiene en una afeitada o se va de compras al chino y los lectores vamos con él, ávidos de descubrir lo cotidiano, porque si lo que importa es el punto de vista cualquier detalle esconde revelaciones del mundo. El pasado, los escenarios en donde uno fue nuevo en tantas cosas, son rememorados con el filtro de la adultez que mira desde afuera y desde adentro a la vez, no sin asombro. Por eso es capaz de reconocer los miedos, hundirse en las profundidades del pensamiento y las reflexiones de la propia condición humana, pero también declarar el viejo amor a una compañera de la primaria o robar un deseo de una torta de cumpleaños infantil. Lo cotidiano, los eventos y objetos que pasan desapercibidos por comunes, se vuelven maravilla en estos textos a través de lo que el narrador considera como lo más importante del acto de escritura: la mirada. Manuel charlón: Nació y se crió en Isidro Casanova (La matanza) al oeste del gran Buenos Aires. Es músico, docente y escritor. “Qué bien funciona el mundo sin uno” fue publicado en mayo de 2023 (Guarén ediciones) Actualmente reside en Golondrinas, Lago Puelo, Chubut.