Hacer mi casa

I

Preparar el terreno, limpiarlo de espinas.
La pendiente no parecía tanta, pero cae para el Sudoeste.
La pala es fiel. Hay que mover muchos metros de tierra.
Jornadas enteras de trabajo y parece que siempre está igual.
El agua, por suerte, está siempre fresca. 

II

Hacha que hiere un árbol.
Es bastante alto y parejo, perfecto para columna.
No sólo se corta, también hay que pelarlos.
Ya no sé cuántos corté. Sé que siempre me faltan.
Los días de calor se están acabando y yo
todavía sigo.

III

Las filas de troncos se acomodan una sobre la otra.
Casi a costa mía se van transformando en paredes.
Hay techo y resguardo.

IV

El niño –mi hijo- puede correr por la casa.